A mi mujer favorita.

Hoy, 8M, es un día importante para mí y quiero dedicarle la entrada a la mujer

favorita de mi vida.

Yo.

Querida yo del pasado, hoy me dirijo a ti, a aquella mujer en construcción, a aquella mujer que se perdió infinidad de veces para encontrarse otras tantas.

Hoy, querida yo adolescente, quiero decirte que estoy muy orgullosa de ti, hay muchas cosas que las podríamos haber hecho mejor (como en cada etapa vital), no nos vamos a centrar en eso y sí en darte las gracias por esa parte de rebeldía que no escondiste, que te atreviste a mostrar a pesar de las incomodidades de tu alrededor para después lograr cuestionarte las que estabas viviendo tú en primera persona.

Poco a poco, a medida que ibas creciendo, empezaste a cuestionarte el mundo y las injusticias que veías y vivías a tu alrededor.
Las manifestaciones formaban parte de tu vida de manera muy activa.
Y sí, claro, las del 8M también.

Me gusta observar a todas mis “yos” del pasado y cómo han ido evolucionando hasta llegar a este presente.
Y como buena alma curiosa y preguntona, me cuestiono… ¿me defino como persona feminista? ¡claro que sí!, ¿desde siempre? por supuesto, te diría.

Y lo cierto es que no.
Una no puede ser feminista si no se respeta a si misma.
Una no puede ser feminista abanderando los derecho de las demás y vulnerando los propios.
Una no puede ser feminista defendiendo al (a mi) agresor.
Una no puede ser feminista hermanándome con el (mi) agresor, sin buscar un hermanamiento con el resto de víctimas del mismo agresor.

Y con esto no ataco ni a mi yo del pasado ni a las mujeres que puedan estar en un proceso complicado.
Con esto me reconozco que estaba en el camino.
Yo quería ser feminista y no podía porque antes de llegar a serlo debía quitarme la venda de los ojos, la mordaza de la boca y las manos que aprisionaban mi garganta.

Ardua tarea de la que no me rendí.

Cada paso que daba me acercaba más a la verdad.
Cada manifestación del 8M me impulsaba más a gritar mi verdad. No estaba sola. Cómo iba a estarlo en esa oleada morada gritando:

Yo te creo, hermana.
No estás sola.

Ese grito lo hice para mí (seguro que cómo muchas otras mujeres, cada una en su proceso).
Ese grito fue una gran red, junto a mi tribu de mujeres que no me soltaron, ni me sueltan la mano.

Con todo esto, veo y abrazo a todas esas “yos” del pasado que estaban en construcción para llegar a ser la mujer que soy ahora.
Con todo esto me reconozco haber sido una mujer valiente mostrando mi vulnerabilidad para así sanar, crecer y volver a amar(me).
Con todo esto me perdono por permitir, en nombre del amor, hechos que ahora, en mi presente, son imperdonables.
Y, lo más bonito de todo es que, con todo esto me he convertido en la mujer favorita de mi vida.

Ahora me veo y me disfruto mientras no dejo de descubrir quién soy y no paro de cuestionarme quién quiero ser, porque sí, estamos en constante construcción y evolución.

Y, qué bonito me parece decirme y decirle al mundo que

Soy la mujer favorita de mi vida.

Y, qué bonito que he llegado a esto de la mano de tantas mujeres valientes y hermosas que no me creo que todas y cada una de ellas formen parte de mi vida.
Ellas también son mis mujeres favoritas.

Mamá, Noe, Jeni, Saray, Erea, Clau, Marina, Vivi, Sara, Naza, Triana, Susana, Amparo, Josi, Tales, Vane, Marta, Esther, Tania, Paula, MariÀngels, Habana…

Hoy me celebro a mí y a todas mis mujeres.

Hoy grito más alto que nunca: ¡No estás sola, hermana!
Puede que alguna otra compañera lo esté necesitando tanto como lo necesité yo en su día.

Hoy abrazo a todas las Patris que habitan en mí.

Hoy honro a todas las mujeres que nos preceden en la historia y han hecho tanto, tanto y tanto para que ahora podamos estar donde estamos.

Hoy, te doy las gracias, Gisèle Pelicot, por tu valentía a pesar de lo vivido y dejarnos el legado lleno de fuerza de

Qué la vergüenza cambie de bando.

Hoy me emociono viendo cada vez a más hombres que se suman al feminismo, porque el feminismo no es solo una cuestión de mujeres, el feminismo afecta a todas las personas, el feminismo es una cuestión de VIDA.

Hoy agradezco ser mujer.

Me encantará leerte y saber:

Para ti, ¿quién es la mujer favorita de tu vida?

P.D. Me gustaría destacar que hoy la cosa va de mujeres, pero también cuento con unos hombres favoritos en mi vida que, ¡madre mía!, lo afortunada que me siento de que así sea y qué preciosa red formamos entre todas y todos.

Y recuerda hermana, ¡no estás sola!

¡Nos amo!


¡Gracias por estar!

Un abrazo de alma a alma.

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