Compartiendo mi voz.

Y entrando en acción.

El otro día una amiga del alma se puso seria conmigo, me encanta cuando hace eso. Estábamos en casa, ella, mi pareja, Habana y yo en plena tirada de cartas del oráculo y mientras ella leía el significado de una carta preciosa que había sacado para mí y como si fuera parte del texto deja caer:

“Patri, ahora te diré algo que nunca te he dicho.”

Si no fuera porque dijo mi nombre, hubiera pensado que era parte del texto que estaba leyendo. Cuando acabó, cerró el pequeño libro, respiré, me miró llena de amor y entonces ya me dijo:

“Ya está bien de que te escondas, ya está bien de no sacar a relucir tus talentos, ya está bien. Eres valioso, tienes ideas brillantes y el mundo te necesita. Es momento de coger tu libreta en blanco, de plasmar tu creatividad y de salir ahí fuera. Comparte tu voz.

El mundo te espera y está en ti si vas a por él.

Es hora de empezar a JUGAR, amiga.”

Sí, me quiere y se quedó a gusto, como cada vez que me pega ese tirón de orejas necesario.

Y algo precioso sucedió después. Ella y mi pareja empezaron a hablar de todas las cosas que podía hacer, de todo aquello que podía aportar, de qué servicios podían ofrecer, yo les escuchaba mientras les preparaba unas pizzas deliciosas y, lo cierto es que, no podía estar más emocionada de lo que en ese instante estaba sucediendo en el salón de casa.

Así que, hoy, 4 días después estoy aquí, sentada ante el ordenador e iniciando esta andadura para compartirme por aquí. Porque hay veces que la autoestima flojea un poco y donde una misma no puede llegar a ver si la piscina a la que te quieres tirar tiene agua o está vacía y te harás daño en la caída, tu tribu ve una piscina llena de agua donde poder tirarse en bomba.

De momento, no tengo mucha idea de que irá saliendo, lo que sí deseo es iniciar a jugar, reír y bailar con la vida y para ello, es necesario accionarse.

Gracias amiga por ese empujón.

1, 2, 3… ¡acción!

Anterior
Anterior

Hemos venido a JUGAR.